PASADO SAN ISIDRO, PENSANDO EN SAN ISIDRO

La verdad es que estuve tentado a escribir antes de la Romería de San Isidro y comentar un poco mis sensaciones y manifestar mis deseos pero, preferí no hacerlo porque estos ya los había expresado públicamente y por otra razón que ahora pongo en práctica, la de hacerlo después de la celebración.

Ayer terminó, se cerraron las casetas y hoy lunes supongo que la mayoría de los ciudadanos, después de su trabajo suben de nuevo a la explanada de la sierra para definitivamente despejar la pradera, recadar sus enseres y hasta el próximo año.

Bien, que tipo de expresión habría de escribir, para definir las sensaciones que he sentido cada año y por supuesto he sentido este, la fiesta que yo observo, desde el punto vista estrictamente social, para mi, encuentro varias palabras que la definen, ilusión, implicación, complicidad, deseo de divertirse en familia o con los amigos, de todos los ciudadanos.

Esta fiesta es una fiesta, que a las pruebas me remito, ha quedado muy por encima de lo que en su día se pretendió, ha ido creciendo y sobre todo adaptándose a la demanda ciudadana que hoy más que nunca observo, se siente satisfecha por el esfuerzo que se ha realizado desde su Ayuntamiento, dotándonos de unas infraestructuras que gracias, a primero, el expolio y después la reversión del suelo de las antiguas canteras lo ha hecho posible, y justo es reconocer que ha sido así, en todas las legislaturas desde que lo inició, el alcalde Antonio Zapata, por cierto no exento de critica por lo inmovilitas de siempre.

Esta es nuestra fiesta, y lo es, porque ha resurgido desde la voluntad popular, libremente expresada con su implicación y complicidad, me encuentro muy satisfecho y muy orgulloso de cómo han sido estos cuatro días, se ha albergado en nuestra pradera a miles y miles de santeños, pero también a miles de vecinos de la comarca que nos han visitado porque ya cada vez mas nuestra fiesta es referente, me siento muy feliz observando en mis paseos por la calles y desde mi caseta, como se convive, se comparte y se disfruta de nuestra fiesta, ver a los paisanos compartiendo su casa, a los niños divirtiéndose, jugando como no tienen oportunidad en todo el año, porque ahí si están todos los niños, sean o no de su barrio o de su colegio, corriendo por las calles sin riesgos, como si fuera nuestro pueblo hace algunos muchos años, en donde no había peligro de coches, o como cuando los vecinos salían de sus casa y se sentaban en la puerta,- no había como ahora televisión-, compartíamos chismorreos, alegrías y desgracias, en este caso y ahora afortunadamente, compartimos felicidad, estoy muy contento de pertenecer a esta vecindad, a este pueblo, es un inmenso honor el tener la responsabilidad de ser su alcalde y para esta fiesta desde luego no escatimaremos recursos dentro de nuestras posibilidades, hay que seguir invirtiendo en infraestructura, hay que seguir manteniendo las instalaciones, incrementando los servicios, aún a pesar de los vándalos que se esfuerzan en tirarlos por tierra, por eso me permito seguir pidiendo a todos los vecinos que continúen en esa línea, que nuestra fiesta es grande porque la hacemos grande nosotros, esto es por lo que realmente merece la pena luchar.